¿Qué falta para democratizar el acceso a la energía?
El análisis presentado por Acesol revela cuáles son las limitaciones que enfrentan los proyectos, por qué se producen y los gatillantes, y plantea realizar propuestas de regulación y políticas públicas.
En el sector energético, los diferentes actores coinciden en que la generación distribuida es una herramienta efectiva para democratizar el acceso a la energía y descarbonizar la matriz energética. Consciente de las diversas barreras que enfrenta el desarrollo y la expansión de este segmento, en particular la solar fotovoltaica, y la falta de visibilidad sobre las metas que Chile podría proponer en el mediano-largo plazo, la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol) solicitó al Center for Energy Transition (Centra) de la Universidad Adolfo Ibáñez desarrollar el estudio 'Análisis y herramientas para la integración eficiente de recursos energéticos distribuidos en Chile'. Los resultados del estudio fueron presentados ante casi un centenar de
personas del mundo académico, privado y gubernamental, invitándolas a plantearse metas ambiciosas de generación
distribuida en Chile y contribuyendo a la discusión con información técnica.
Principales revelaciones
Entender cuáles son y de dónde surgen las limitaciones que enfrentan los proyectos, y a su vez presentar propuestas de normativas y políticas públicas, fueron parte de los objetivos de la investigación.
En primer lugar se concluye que la transición hacia un sistema energético más sostenible y eficiente es una de las tareas urgentes de la época actual. Los sistemas de distribución de energía eléctrica, que son la última etapa en la entrega de electricidad desde las plantas generadoras hasta los consumidores finales, desempeñan un papel crucial en este proceso.
Estos son fundamentales para garantizar un suministro de energía confiable, eficiente y sostenible.
Por esta razón, entre los temas que el sector debe resolver para llevar a cabo la transición energética se encuentra la
realización de una reforma profunda al segmento de la distribución de energía eléctrica, regulación que no ha sufrido cambios significativos en los últimos 50 años.
Hoy, según el estudio, la normativa ve a la generación distribuida como una dificultad más que como un medio para avanzar
en la descarbonización. Se pierde además la oportunidad para aprovechar una serie de beneficios, como mejorar la calidad
de suministro y aumentar la resiliencia, la seguridad energética y las oportunidades de sofisticar la matriz económica a través
de la innovación y el desarrollo tecnológico.
'Si queremos aprovechar la capacidad de alojamiento a la generación distribuida que hoy tienen nuestras redes, es fundamental avanzar hacia una reforma del segmento de distribución que sea coherente y compatible con los cambios que se requieren hacer en los segmentos de generación y transmisión de energía eléctrica', enfatiza el análisis.
En otro punto, destaca que de un 50% a 100% de la demanda eléctrica instantánea podría ser almacenada en la red de
distribución. Los resultados arrojan que, preliminarmente, la capacidad de alojamiento máxima de los alimentadores de distribución podría llegar hasta 6 GW si se hacen adecuaciones menores y hasta 12 GW si se realiza algún tipo de inversión.
'El próximo paso será evaluar la costo-efectividad de las medidas que permitan aprovechar al máximo las capacidades de
alojamiento de las redes de distribución y maximizar los beneficios de la generación renovable distribuida para nuestra
sociedad', afirma el estudio.
Acesol confirmó la continuidad de este estudio en una segunda fase, con el desarrollo de una plataforma web que integrará las herramientas de análisis elaboradas en la primera etapa. Se avanzará en la modelación automática de alimentadores con el fin de llevar los resultados a todas las redes de distribución del país. También profundizará en el análisis de capacidad de alojamiento de generación distribuida para hacer una adecuada evaluación de los efectos técnicos que tendrá su masificación en las redes.
Fuente: El Mercurio