La polémica del carbón: pelea entre AES Andes y las renovables capta atención del ministro Pardow
En diciembre del año pasado, AES Andes –una de las grandes generadoras de energía en Chile– pidió permiso a la Comisión Nacional de Energía (CNE) para el cierre anticipado de su central carbonera Norgener. Pedía que se le eximiera del plazo legal de 24 meses de anticipación para informar el cese de operaciones y que la nueva fecha de retiro de la red eléctrica sería el 31 de marzo de 2024. Originalmente el plan era para 2025.
El 8 de febrero, la CNE le dio la luz verde y ahí estalló la polémica. El organismo regulador autorizó a la generadora para que las unidades de la central Norgener puedan “ser retiradas, desconectadas y cesar operaciones a partir del 31 de marzo“. Para cumplir eso, AES Andes tiene que terminar de usar las 94 mil toneladas de carbón que tenía en stock para esas centrales.
Dato curioso. Al día siguiente, el 9 de febrero, AES le pide al Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), que es autónomo, poder acelerar el cierre y pone como fecha la última semana de marzo. Para eso, solicita que la generación de la central Norgener se priorice en el despacho diario de la red y eso implicaría la quema de 94 mil toneladas de carbón.
El Coordinador Eléctrico Nacional fue rápido y le dio el OK y desde el 18 de febrero se inició el despacho forzado de la central carbonera y la consecuente quema de las 94 mil toneladas de carbón.
Los ambientalistas y las generadoras de energía renovables pusieron el grito en el cielo.
La Fundación Chile Sustentable reclamó ante los ministerios de Energía y del Medio Ambiente. Apuntan a que la quema de esa cantidad de carbón genera “una emisión de gran cantidad de gases de efecto invernadero (GEI), además de contaminantes locales asociados a esa combustión”. Y adviertenque es “absolutamente contraria a los objetivos que persigue el Plan de Descarbonización que ha implementado el Gobierno de Chile a la fecha”.
Las generadoras renovables apuntan a un enorme daño económico. Es complicado explicarlo, pero síganme los buenos. Cuando el Coordinador da luz verde al pedido de AES para que la generación de la central Norgener se priorice en el despacho diario hasta fines de marzo de 2024 a costo 0, eso desplaza a la energía limpia que están generando.
El impacto económico. Una fuente del sector estima que lo que AES va a generar e inyectar a la red desplazará el equivalente de 42 gigawatt/hora de operación y eso representa el consumo eléctrico mensual de 220 mil familias. “Cuando tú metes ese bloque de energía a costo cero o barata de carbón, eso evita el uso de la generación que es más cara. Desplaza energía que las renovables podrían haber inyectado. Aumenta el vertimiento en alrededor del 3%. Es un volumen de energía sucia que va a desplazar a energía limpia. Operaciones forzadas fuera del orden económico”, explica el analista.
La otra ventaja. La misma fuente asegura que entre la segunda quincena de febrero y fines de marzo AES Andes es deficitaria. O sea, está inyectando a la red menos de lo que retira, entonces tiene que ir al mercado spot a comprar. Al inyectar lo de Norgener, bajan los precios del sistema y esto le permite comprar más barato para cumplir sus contratos. “Las generadoras renovables chicas que venden al mercado spot salen perjudicadas”, dice.
La respuesta de AES Andes es contundente. Asegura que con el retiro anticipado, en prácticamente dos años, del cese de operación de la central Norgener, la empresa “reducirá sus emisiones en hasta 5 millones de toneladas de CO2 aproximadamente”. Y afirma que en este proceso de desconexión controlado, seguro y paulatino, están operando las unidades de forma habitual en cumplimiento de todas las exigencias ambientales.
Sobre los reclamos de beneficios económicos, la compañía dice que “la operación forzada recibe el precio spot que determina el Coordinador Eléctrico Nacional como remuneración a la energía generada. La central pasa a ser tomadora de precio, lo que en ningún caso alcanzará a cubrir los costos de operación de la central Norgener asumidos por la compañía, pero sí nos permite cumplir con el compromiso adquirido con el Ministerio de Energía y el Gobierno de Chile para el retiro anticipado de la central”.
El ministro de Energía toma cartas en el asunto. La semana pasada, Diego Pardow pidió explicaciones a Juan Carlos Olmedo, Coordinador Eléctrico Nacional. En una carta a la que tuvimos acceso, el ministro le solicitó a Olmedo detalles de la decisión de dar luz verde a los pedidos de AES e hizo hincapié en que la Comisión Nacional de Energía había autorizado el cierre a partir del 31 de marzo y no una fecha obligatoria para el cumplimiento de dicho hito.
Consultada la oficina de Pardow, afirman que “evidentemente estamos mirando este tema con mucha atención porque la fecha de cierre de una central termoeléctrica no solo tiene impacto en el funcionamiento del sistema sino que también efectos medioambientales y sociales en términos de empleos directos e indirectos”.
En el mercado algunos apuntan al rol de Olmedo. Ponen el foco en sus vínculos con AES, cuestionan la rapidez con la que aprobó los pedidos de la empresa y recuerdan que por cerca de 30 años trabajó para el gigante energético norteamericano.
Fuente: El Mostrador